Contraste
Descubro la vida, desatando la desenvoltura.
Abrazo el porvenir, armónico a la despreocupación.
Guardo la fantasía, sin sobrellevar las babosadas.
Creo en la ternura, sin olvidar la miseria y su enojo.
Elimino las sospechas, sin soportar al pegajoso.
Contemplo las sirenas, renunciando a la lástima.
Obedezco el cuerpo, viviendo el frío, el calor
y el llanto…
Cuadro. Anciana Caminando...
Pintando la realidad del pueblo nicaraguanse:
Seducción delirante
Ebrio deseo percibe la seducción de un romance,
rugen ansias soberbias en pequeños murmullos
y un cortejo de nubes augura el enamoramiento.
Par de octogenarios sobrios reinventan amoríos,
imperturbables al juicio de la moral y la herejía,
retroceden sus memorias y en un beso se jactan
de ser necios y sentir y dejar correr la quemazón,
y los temblores que la juventud de hoy desprecia.
Con prudencia nocturna de cataclismos,
siento extenderse la envidia del sacrilegio perturbado,
por el ímpetu resuello de temblores imposibles
creyeron con su modestia que la carne olvida.
Surgen augurios de resarcimiento para el amor,
una colosal fuerza ampara con rigor el amorío.
Iamgen del Atlántico
Mis miedos
Empapado de noches oscuras,
las madrugadas lloran frío
y yo vivo como pájaro.
Susurrando la quinta esencia
que no es más plácido que sentir
la jubilación de mi cadáver.
Me lloran vértigos de esencias,
me vomita insoportable la vida,
yo le hago apenas unas muecas,
ella me alumbra con su alquimia
de muerte, siempre elegante muerte.
Mural, Hermanmiento Leon - Zaragoza. Ecodes.
PROTOCOLO DEL MIEDO Y DEL PODER
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