Contraste

Descubro la vida, desatando la desenvoltura.
Abrazo el porvenir, armónico a la despreocupación.
Guardo la fantasía, sin sobrellevar las babosadas.
Creo en la ternura, sin olvidar la miseria y su enojo.
Elimino las sospechas, sin soportar al pegajoso.
Contemplo las sirenas, renunciando a la lástima.
Obedezco el cuerpo, viviendo el frío, el calor
y el llanto…